Turismo Activo en el Concejo de Cabrales

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Se cumplen ahora 26 años del inicio del fenómeno turístico en el municipio de Cabrales. Un fenómeno que comenzó a raíz de la escalada invernal del Naranjo de Bulnes o Picu Urriellu por su cara más difícil, la oeste. La gesta deportiva que mantuvo en vilo a media España fue el detonante, el punto de arranque para atraer visitantes al concejo cabraliego. Desde entonces mucho han cambiado las cosas en esta tierra.

Aún recuerdo la llegada de los primeros turistas. La mayoría de ellos lo hacían extenuados por el excesivo peso de sus desmesuradas mochilas y sus enormes botas (por suerte, ellos también se han actualizado). Venían en oleadas y los lugareños, sorprendidos por la presencia de estos «invasores», los recibían de uñas por turbar la tranquilidad del pueblo y alterar su modo de vida. Llegaba un puente festivo y se repetía cansinamente la misma frase: «Ya están aquí éstos, qué bien estaban en sus casas». Existía cierta hostilidad hacia ellos. Ahora, transcurrido algo más de un cuarto de siglo, la situación ha experimentado un cambio radical y la exclamación de antaño nada tiene que ver con la actual: «Bueno, pues parece que ya se ve gente, que ya van viniendo. Bien está». Y es que, al final, el cabraliego ha aceptado el fenómeno turístico y lo ha entendido como un motor de desarrollo y de modernidad. Y si no, podemos preguntarnos: ¿cómo sería el municipio sin el turismo? Para averiguarlo bastará con desplazarse hasta cualquier zona rural de la región alejada del paso de excursionistas. A buen seguro, preferiremos el Cabrales que tenemos.

Un aspecto sumamente curioso en estos 26 años ha sido el del acercamiento entre lugareños y foráneos. Unos y otros han tenido que tomarse su tiempo para aceptarse mutuamente y poder llegar a convivir. Y es que tanto los de fuera como los de casa tienen «sus cosas».

El turismo ha calado hondo en este municipio, influyendo incluso, y de manera notoria, en el estado de ánimo de la población.

Un año turístico en Cabrales, vivido desde dentro, sería de la siguiente manera. Llega el mes de julio y, conforme avanzan los días hasta completar la primera quincena, se aprecia cierto nerviosismo entre los habitantes. Habrá que esperar a que pasen los sanfermines, se dicen, para que comience el movimiento. La segunda quincena marca el principio de la temporada; es el auténtico pistoletazo de salida. El ajetreo alcanzará su punto álgido los primeros 15 días de agosto para, lentamente, iniciar un descenso que culminará el último domingo de ese mes coincidiendo con el Certamen del Queso de Cabrales. Hasta entonces, el concejo habrá vivido a un ritmo intenso, los vecinos habrán variado sus costumbres de invierno y casi ni se habrán visto entre ellos. Pero, pasada la fiesta del queso, quedan los que son el resto del año. Las distancias vuelven a acortarse y las costumbres y los lugares de paradas serán los de siempre. Septiembre suele ser un mes en el que todavía se registra actividad hostelera, cada año más, y sirve de transición para mentalizarse y transformarse de cara al largo invierno. Aquí los inviernos duran ocho o nueve meses; es un calendario especial creado por el fenómeno turístico que nada tiene que ver con la rotación de las estaciones, aunque bien es cierto que esta dinámica parece tender a invertirse, lentamente, eso sí, pero se mueve. La impresionante belleza del otoño cabraliego teñirá el estado de ánimo de sus habitantes, les acompañará en este peregrinaje por el tiempo. La próxima cita, la festividad del puente del Pilar. Algo así como el último trago. Después vendrá el día de los Difuntos, que en nada altera a los lugareños, y, por fin, la semana grande de diciembre: la Inmaculada, la Constitución, el sábado, el domingo, el viernes o el lunes, el jueves o el martes (alguno caerá)... Hace frío pero no importa. Hay gente y el concejo recupera momentáneamente frescura y vitalidad. De aquí a Navidad ya no queda nada. La cuesta de enero y febrero, con sus carnavales, apenas si desperezan a los cabraliegos, salvo algún puente festivo entre medias de esta u otras Comunidades Autónomas, o las visitas de fin de semana de, sobre todo, vascos, portugueses y asturianos. Las miras están puestas en la Semana Santa, que ya hemos dicho que el invierno en Cabrales se alarga mucho y no por el rigor de la climatología, que no es en absoluto dura. La Semana Santa, anticipada por el espectacular despertar de la naturaleza, marca el inicio de una nueva temporada. De repente, el aluvión de gente. El municipio se pone en pie, toma aire, palpita. Son apenas un puñado de días en los que la adrenalina recorre todo los cuerpos, unas jornadas de febril actividad que sirven a modo de ensayo general ante la inminente proximidad del anhelado verano: «Parece que ya se va viendo gente». Y la rueda volverá a girar como desde hace 26 años.

Alberto Pardo

(Artículo de la revista Cabrales, de la que es director, correspondiente a enero/febrero de 2000)

ACTIVIDADES DE TURISMO ACTIVO

El agreste relieve que caracteriza Cabrales lo convierte en un lugar idóneo para la práctica de numerosos deportes activos en un entorno natural de incomparable belleza.

Entre los más interesantes y practicados están:

—Paseos por la baja, media y alta montaña. Es una oferta fácil y tranquila para adentrarse en la naturaleza, recorriendo caminos y sendas que proporcionan al caminante sensación de paz y sosiego.

—Espeleología. Debido a la abundancia de la roca caliza y a la permeabilidad de la misma son abundantes las formaciones de cuevas y cavernas en este municipio, algunas de ellas utilizadas para el secado del queso o para el refugio del ganado; otras, en cambio, tan agrestes y desconocidas que esconden bellezas inimaginables.

—Escalada. Teniendo en cuenta que Cabrales es el concejo más montañoso de Asturias, es lógico pensar que entre sus deportes activos se encuentre la práctica de la escalada, con varias vías abiertas para los más osados.

—Paseos a caballo. Existe la posibilidad de contratar este servicio que nos adentrará en los paisajes más desconocidos de esta localidad.

—Cicloturismo. Las posibilidades de este deporte son infinitas, como infinitos son los senderos que humanizan el paisaje del lugar.

Es aconsejable para la realización de estas actividades el cumplimiento de una serie de normas:

—Llevar el equipo adecuado.

—Informarse bien sobre la actividad elegida.

—Dosificar las fuerzas.

—Respetar la naturaleza.

—No salir a la montaña con condiciones meteorológicas adversas.

—Ante la duda, contrate a un profesional.

EMPRESAS DE TURISMO ACTIVO

—Casa Cipriano. 33554 Sotres (Cabrales). Tfno. 985 94 50 24. Fax 985 94 50 63. Actividades: Escalada, senderismo y trekking, rutas 4 x 4.

—Picu Urriellu. Plaza Tresanjuan. 33554 Arenas (Cabrales). Tfno. 985 84 64 75 - 670 88 34 15 - 609 98 35 21. Actividades: descensos en canoa, senderismo y trekking, guías de montaña, escalada y ascensiones, alquiler bicicletas de montaña, barranquismo, rutas a caballo.

—Torretours. Barrio de Vega. 33554 Arenas (Cabrales). Tfno. 985 84 66 40. Fax 985 84 66 56. Actividades: descenso de cañones, trekking, senderismo, espeleología

Concejo de Cabrales

Hazañas y montañas universales, retos por doquier, un queso —el Cabrales— famoso en el mundo entero, deporte sin parar, buen ganado y buena gastronomía. Así es Cabrales.

Los concejos (municipios) que limitan con el Concejo de Cabrales son: Llanes, Onís y Peñamellera Alta. Cada uno de estos concejos (municipios) comparte fronteras geográficas con Cabrales, lo que implica que comparten límites territoriales y pueden tener interacciones políticas, sociales y económicas entre ellos.

Comarca del Oriente de Asturias

Es la tierra asturiana que primero ve el sol, que tiene las montañas de más altitud de la cordillera cantábrica, los Picos de Europa, Parque Nacional, Reserva de la Biosfera y lugar donde se inició la Reconquista en España, concretamente en Covadonga.

La comarca está conformada por uno o varios concejos (municipios). En este caso: Amieva, Cabrales, Cangas de Onís, Caravia, Llanes, Onís, Parres, Peñamellera Alta, Peñamellera Baja, Piloña, Ponga, Ribadedeva y Ribadesella. Los concejos representan las divisiones administrativas dentro de la comarca y son responsables de la gestión de los asuntos locales en cada municipio.

Conocer Asturias

«El Centro de Arte Rupestre de Tito Bustillo: Adyacente a las Cuevas de Tito Bustillo, este centro es un espacio museístico moderno que exhibe réplicas y reproducciones de las pinturas rupestres originales. Proporciona una experiencia interactiva y educativa para los visitantes, permitiéndoles comprender y apreciar mejor el arte prehistórico.»